Perspectivas de la situación laboral en América Latina y el mundo: oportunidades y desafíos
Rui Rocheta, Regional Head para Iberia & LATAM de Gi Group, conversó con Dossier Talento & Empresa en el marco de la presentación de los proyectos de la compañía en la región.
Gi Group Holding está lanzando en América Latina servicios para abordar la complejidad actual en el mercado de trabajo, ofreciendo sus especialistas para los distintos abordajes. Traen el área de capacitación y desarrollo, porque –señalan- en los mercados de América Latina no falta mano de obra, sino que lo que es necesario es un mayor desarrollo de ciertas habilidades. Para ese fin está el negocio de Tack TMI que se está presentando en Brasil, Argentina, Chile, Colombia y México. Por otro lado, está el servicio de desarrollo personal o transición de carrera, a través de BMyA Intoo. También hay una división de reclutamiento especializado, en un mercado globalizado de demanda de profesionales en tecnología, que es QiBit. En el contexto de este lanzamiento, Rui Rocheta, Regional Head para Iberia & LATAM de Gi Group, comentó algunos desafíos de la situación laboral en el mercado latinoamericano y europeo.
Talento & Empresa: ¿Cuál es la razón del desajuste entre la oferta de talento y la demanda que tienen las empresas?
Rui Rocheta: Es una situación que viene creciendo desde algún tiempo. Hay como una pulseada entre trabajador y empresas, y los trabajadores vienen ganando más derechos y tienen más demandas, y las empresas no se han adecuado a esa nueva situación. Esa es una de las causas principales en los niveles ejecutivos más altos y en el sector de tecnología. Pero, igualmente, hoy no hay camareros, porque las empresas de restaurantes no se han adaptado; no se puede pedir a alguien que trabaje diez horas de pie. Las que se han adaptado redujeron horarios, aumentaron salarios y dieron más beneficios. En Europa tenemos un ejemplo que son los camioneros, donde faltan más de un millón de camioneros, porque los recorridos que hacen son absurdos y se quedan semanas sin volver a casa. Sin adaptar el trabajo a períodos más cortos, donde se hagan viajes de 300 km y en cada punto el camión sigue con otro conductor, no se va a encontrar a los trabajadores. Otra de las razones es la separación entre el conocimiento académico y el conocimiento práctico que hace falta en las empresas. Eso hace que haya desempleo por un lado y, por otro, no se consigan los talentos necesarios.
Talento & Empresa: La apelación a la diversidad es una forma de ir a buscar talento a sectores que quedaban fuera del mercado laboral. ¿Lo ves como una alternativa real o es más bien una moda?
Rui Rocheta: Hay mucho de marketing pero hay un potencial real muy grande y yo creo muchísimo en eso. En Santiago trabajamos con una asociación local que se dedica a la continuación en el mercado de trabajo de más de 60 años y lo que les falta son las capacitaciones; por eso desde Tack TMI aportamos las habilidades que necesitan para mantenerse en el mercado de trabajo. No podemos como sociedades darnos el lujo de perder ese talento, ese know how, pero además en muchos países ellos necesitan trabajar para seguir viviendo. Creo que la diversidad tiene un potencial bastante grande, tanto en este segmento etario como en las personas con discapacidades, que pueden y deben ser integradas al trabajo. Es esencial para compensar el talento que falta.
Talento & Empresa: En relación con la inteligencia artificial, ¿cuáles son los perfiles que las empresas buscan y, además, cuáles son los trabajos que no van a poder ser remplazados por la tecnología?
Rui Rocheta: La inteligencia artificial va a afectar, sobre todo, los trabajos que ya no queremos, que hoy en día ya tenemos dificultad en encontrar gente que los acepte, porque son repetitivos, sin desarrollo personal, ya sean burocráticos o físicamente demasiado exigentes, y van a migrar a la robótica. Los que nunca van a ser remplazados son los que tienen la conexión humana y la conexión de creatividad e innovación. Porque por mucho que la inteligencia artificial pueda desarrollar algo nuevo, son ideas basadas en histórico, siempre. No va a crear rupturas y la innovación es, antes que nada, una ruptura. En cuanto a la conexión humana, cada vez más –y es también una paradoja- la atención al cliente requiere de contacto humano. Ha sido llevada casi totalmente a la automatización, y lo odiamos. Tienen todos los récords de quejas en el mundo, las compañías de telecomunicación, de servicios, que han automatizado tanto la atención al cliente que no vemos a nadie y si queremos resolver un problema ni siquiera nos dejan entrar en sus oficinas. Pero los clientes exigen esa posibilidad de una conexión humana.